Cortes de Cádiz (1812)
Nos trasladamos al siglo XIX, época posterior a la
Revolución Francesa, donde nos fijaremos en las políticas de educación de José
I. Era una época en la que se rompió con el Antiguo Régimen y se quería bajar
el número de conventos. Todo esto
influyo de manera indirecta en la educación ya que los valores de la Revolución
Francesa entraron en nuestro país con un interés de progreso.
En cuanto a este progreso, no solo podía avanzar la
política, sino que también lo hicimos en materia de educación e investigación.
De esta manera se abolieron las órdenes regulares como pueden ser los
escalopios y se crearon nuevas escuelas donde antes había conventos. Gracias a
esto se creó el Reglamento de Enseñanza Pública de 1809 que promovía la enseñanza
pública y el permiso a los docentes a organizar la materia. Con todo ello se crearon un conjunto de
liceos, es decir, colegios públicos implantados en capitales de Intendencia
donde el gobierno regía todo su funcionamiento. Pero fue gracias a José Martínez
de Hervás por lo que se crearon las primeras escuelas femeninas, siendo la
primera de todas la implantada en Madrid.
Más tarde, en el año 1810, el reino quedó dividido en
prefecturas donde cada responsable de ellas se encargaba de la administración de
estos centros. A partir de este año se
puso en funcionamiento el Reglamento de Enseñanza Pública el cual aseguraba que
se impartieran clases de letras y aritmética, pero los maestros seguían siendo
nombrados según la opinión de los curas.
Fue en ese mismo año cuando se creó el Conservatorio de artes y oficios para
fomentar la industria en nuestro país.
En el año 1811 se creó La Junta de Instrucción Pública cuyo
objetivo era crear un Plan General de Instrucción Pública y gestionar los
gastos económicos que tenían aquellas escuelas, en definitiva, hacer un
conjunto de medidas de tipo educativo. Este proyecto no se llegó a configurar
del todo, pero si pequeñas partes de él. En este plan se configuraban escuelas
de primaria, por un lado los liceos, por otro los ateneos. También contaban con
la inspección y la escuela normal para los maestros. Como contenidos en estas
escuelas destacaban los valores religiosos y morales, el amor a la patria y al
gobierno, nociones acerca de las letras y aritmética y también sobre lo agrario
en las zonas rurales y aspectos sobre el comercio en las urbes. Se dedicaba
cuatro años y debía de haber una escuela por cada mil habitantes. Hubo un cambio en cuanto a la elección del
profesorado, que sería elegido por el ministerio, y debían llevar uniforme.
Con todo ello en el reinado de José I se dio un cambio en la
organización de la educación del estado, quitando los principios de la
Inquisición y del Antiguo Régimen en general, y haciendo una organización
centralizada por el ministerio. Se abolió toda clase de influencia religiosa y
se hizo una ampliación al currículo. Se incluyó la formación femenina, de
adultos y de docentes. Y por último se pretendía crear una universidad central.
El propósito de este gobierno era que España avanzase hasta el lugar de los
demás países desarrollados en cuanto a ciencias, prueba de ello es la creación
del Instituto de Ciencias y Letras y del Real Museo de Historia Natural.
En contra de este gobierno se encontraba la Junta Central,
el órgano máximo de gobierno, encargada de crear la constitución y la
instrucción pública. Esta última parte o junta era llevada por Jovellanos junto
a otros ilustrados pero estos no querían quitar importancia a la Iglesia
Católica en las aulas.
Una vez puesta en vigor la Constitución de 1812 y formadas
las Cortés de Cádiz dos años antes, lo cual implantaría la ordenanza de
escuelas con enseñanzas de letras y calculo, religión católica y obligaciones
civiles. También la creación de universidades, todo esto regido desde la centralización
del estado. Esta constitución daba el
derecho a la educación, sobre todo a leer y escribir para poder ejercer el
derecho a voto próximamente.
En el año 1814 se creó el Informe Quintana, nombre atribuido
al poeta Manuel José Quintana fue la base para que la comisión aceptase un
decreto acerca de la enseñanza pública. Esto provocó una reforma en el sistema
educativo. Como nuevos aspectos destacan la creación de tres niveles; primera,
segunda y tercera. Como órgano principal estaba la Academia Nacional, lo que es
hoy en día llamado el Instituto de España, y por último estaba la Dirección
General de Estudios, la cual era encargada de dirigir todo esto.
La primera de estas enseñanzas era la más importante de
todas, por ello se interesaron que llegase a todos los ciudadanos. Como
currículo principal se establecían nociones de lectura, escritura, cálculo,
religión y civismo, junto a conocimiento de la gramática castellana, geografía,
historia, aritmética, geometría y dibujo.
La segunda enseñanza iba enfocada a la preparación de la
universidad y la enseñanza técnica superior. Había dos vertientes de
conocimientos con tres disciplinas; ciencias, matemáticas y físicas y por otro
lado Literaturas y Artes y Ciencias morales y políticas.
La tercera enseñanza se dirigía a estudios más
profesionales, los llamados universitarios, destacaban la teología y
jurisprudencia civil, medicina, agricultura, construcción de caminos,
astronomía y navegación, etc.
Estos tres niveles iban destinados a la enseñanza masculina
mientras que la femenina se debía hacer de forma privada o doméstica.
La nueva enseñanza debía ser igual para todos los ciudadanos
y en castellano, no en latín como en el Antiguo Régimen, además de pública y
gratuita. Por otro lado también estaba la enseñanza privada a la cual solo se
le exigía que siguiese las doctrinas de la religión de la nación. Todo ello
llevaba impuestos lo valores de la igualdad y el desarrollo del individuo como
persona perteneciente a una nación la cual debe darle una educación gratuita e
igualitaria.
Por otro lado el dictamen de 1814 cambió la educación hacia
un foco más restrictivo. En cuanto a la educación femenina se restringía solo a
la formación doméstica. Es decir solo a leer y escribir y a labores dichas
femeninas en aquellos tiempos. El
problema planteado en este dictamen fue el aspecto económico, por lo tanto los
encargados de gestionarlos serían los ayuntamientos los cuales se harían cargo
de las deudas en tales casos.
Estas dos elaboraciones pretendían un cambio en nuestro país
hacia la ideología liberal debido a la Revolución Francesa. Todo ello unificaba
la organización de la educación en todos los aspectos y pretendía dar una
igualdad hacia todos no conseguida.
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